lunes, 30 de junio de 2014

Como combatir los Radicales libres

¿Qué son los radicales libres? Los radicales libres son átomos generalmente de oxígeno liberados al metabolizar las células los nutrientes para extraer la energía o por influencias externas. Son altamente reactivos e inestables aunque su vida media es muy corta, sólo unos milisegundos. Su inestabilidad se debe a la pérdida de uno de sus electrones, que repone quitándolo de otros átomos, produciendo una reacción en cadena que puede dañar a nuestras células por medio de la oxidación de las mismas. ¿Cómo nos perjudican los radicales libres? Los radicales libres empiezan a ser un problema cuando se producen en exceso causando en el organismo las siguientes consecuencias: Envejecimiento de la piel: La acumulación de los radicales libres a lo largo de los años van obstaculizando la nutrición de las células de la piel, perdiendo firmeza y elasticidad. Problemas cardiovasculares: Facilita el endurecimiento de las paredes arteriales causando arterioesclerosis. Problemas en el sistema nervioso: Va reduciendo los impulsos nerviosos así como la memoria, la capacidad de aprender, los reflejos, propiciando la demencia senil. Qué produce los radicales libres Los radicales libres son producidos como hemos dicho durante el proceso de digestión normal pero también influyen factores externos como: Fumar. La polución. El estrés. Dietas ricas en grasas. Exposición excesiva al sol. Consumir aceites "vegetales" refinados, ya que contienen radicales libres por someterse a altas temperaturas durante su refinamiento. Cómo combatir los radicales libres Como la principal causa de la generación de radicales libres está en nuestro proceso digestivo, la mejor forma de combatirlos es cuidando nuestra dieta incluyendo en ella alimentos con propiedades antioxidantes que atenúen los efectos adversos de la oxidación celular causada por los radicales libres. Otra forma de combatirlos o prevenirlos es evitando los elementos mencionados como causas de los radicales libres. Dieta y alimentos antioxidantes para combatir los radicales libres Los antioxidantes más conocidos que podemos encontrar en la alimentación para ayudarnos a combatir los radicales libres son: Beta caroteno (pro-vitamina A): Melón, melocotón, mango, espinacas, tomates, zanahoria… Vitamina E (tocoferol): Moras, aguacate, tomates, boniato, zanahorias, brócoli, espárragos y espinacas. Vitamina C (ácido ascórbico): Grosellas, fresas, limón, kiwi, naranjas, melón, tomates, pimiento verde, coliflor, coles de Bruselas y nabos. Selenio: Carne, pescado, nueces, productos lácteos y cereales integrales. Flavonoides: Cítricos, bayas, ginkgo biloba, espino amarillo, cebolla roja, perejil, legumbres, té blanco, té verde, vino tinto y chocolate negro. ¿Podemos tomar algún suplemento? Los estudios científicos realizados, tanto sobre personas sedentarias como sobre deportistas aeróbicos (reciben mayor estrés oxidativo) y los efectos que sobre los radicales libres realizan los suplementos de antioxidantes, concluyen que éstos no parecen tener efecto alguno. Por lo que se especula que puede ser la interacción de otros elementos de los alimentos con los antioxidantes naturales los que combaten los radicales libres, ya que en el caso de los obtenidos a través de las frutas y vegetales en la dieta, no cabe duda de sus efectos positivos en la salud. ¿Pueden hacer daño los antioxidantes? Sí. Excederse en el consumo de antioxidantes no sólo no combate la acción negativa de los radicales libres, sino que pueden ser perjudiciales. En 1997 salió un estudio que demostraba este hecho, pero a principios del 2014 apareció otro que relacionaba un determinado tipo de cáncer con cierto tipo de antioxidantes. Por lo que, como siempre se dice, en el medio está la virtud, demasiado de lo que sea es malo. (de Enbuenasmanos.com)

Mermelada de Kiwi

Ingredientes: Kiwi - 1 kg Azúcar - 3/4 tza. Pectina - 1 cda. Instrucciones: Pelar y cortar en trozos o rebanadas kiwi, para pelarlos utiliza un pelador o un cuchillo filoso Mezclar la pectina con dos cucharadas de azúcar. Colocar en una cacerola junto con el azúcar, calentar hasta que se comience a formar un jarabe y la fruta esté cocida. Triturar con la ayuda de un robot de cocina o con un pasa purés para una consistencia menos líquida. Llevar a ebullición y añadir la pectina, integrar perfectamente y cocinar hasta que la preparación espese. Retirar del fuego colocar en recipientes esterilizados. Recomendaciones de la cocina: Si la preparación no espesa lo suficiente puedes añadir más pectina, recuerda mezclarla antes con un poco de azúcar. Puedes combinar esta mermelada con otras frutas, la mandarina o naranja son algunas opciones. Utiliza la mermelada para muchas preparaciones desde pasteles hasta galletas, combina muy bien con postres a base de queso.(Tomado de biomanantial.com)

Los Arándanos

Al norte de América un rojizo regalo de la tierra se transmitió a un grupo de peregrinos que huían de su antiguo hogar al otro lado del Atlántico en el lejano siglo XVI, sus descendientes le dieron un nombre, al que en el español hoy nos referimos como arándano. El fruto fue domesticado para alegría de todos nosotros y el siglo XX lo puso en la mesa de los hogares alrededor del globo, ¿Cómo contribuir en ésta maravillosa historia alimenticia que comenzó entre tribus nómadas? Tal vez envolviendo el fruto con la punta de nuestras lenguas. Los arándanos fueron empleados por primera vez por los nativos del norte de América, quienes lo empleaban como alimento (el arándano forma parte del pemmican, receta a base de grasa, frutos y carne que ayudaba sobrevivir a las tribus nómadas) y como medicina (su alto contenido de vitamina C ayudó posteriormente a los barcos balleneros estadounidenses a combatir el escorbuto). Hoy se sabe que el arándano es especialmente útil para evitar infecciones de vías urinarias (sin embargo no cura las infecciones), limpiar las vías urinarias y acabar con malos olores en la orina, también posee un alto contenido de antioxidantes y vitamina C. Galletas de arándano y limón Ingredientes 1 tza. Arándanos deshidratados 3 tzas. Harina 1 cdta. Polvo para hornear 1 cda. Ralladura de limón 1 cdta. Sal 1 tza. Azúcar 3/4 tza. (150 gr.) Mantequilla 1/2 tza. Crema o nata líquida 2 cdas. Jugo de limón 2 pzas. Huevo Preparación Mezclar la harina, el polvo para hornear y la sal en un recipiente. Batir la mantequilla con el azúcar. Agregar el jugo de limón y la ralladura. Añadir el huevo pieza por pieza. Agregar la crema. Mezclar con los ingredientes secos en la mezcla anterior (harina, polvo para hornear y sal) Dejar reposar de 1 a 2 horas en congelación, extender la masa y cortar (emplea el cortador de tu preferencia, puedes formar divertidas figuras) o formar bolitas. Hornear a 180°C por 20 minutos. Para darles el acabado perfecto utiliza un glaseado sencillo de azúcar glass a este también le puedes agregar ralladura de limón, lucirán perfectas. (de Biomanantial.com)

sábado, 21 de junio de 2014

El ayuno contribuye a la regeneración celular

El ayuno periódico por dos o tres días contribuye a la regeneración de células madre en la sangre y la restauración del sistema de inmunidad, contrarrestando los efectos de la quimioterapia y el envejecimiento. Así lo afirma una investigación publicada en revista “Cell Stem Cell”. El estudio lo encabezó el genovés Valter Longo, profesor de gerontología y ciencias biológicas en la Universidad del Sur de California, quien señaló que "cuando uno ayuna, el sistema trata de ahorrar energía". "Y una de las cosas que puede hacer para ahorrar energía es reciclar muchas de las células de inmunidad que no necesita, especialmente las que puedan estar dañadas", agregó. La quimioterapia que se administra a los pacientes con cáncer puede salvarles la vida, pero también causa muchos efectos secundarios, incluida la merma de las células del sistema de inmunidad. Se calcula que más del 20% de las muertes relacionadas con el cáncer se aceleran, o incluso son causadas, por los efectos tóxicos de la quimioterapia, más que por el cáncer mismo. Por ello los médicos limitan las dosis y frecuencia de la terapia química a los niveles que son tolerados por los pacientes, pero eso reduce la eficacia general de los tratamientos contra el cáncer. Pero aún en ausencia de la quimioterapia el envejecimiento normal empobrece al sistema de inmunidad y lleva a deficiencias con un riesgo más alto de desarrollo de leucemia y una variedad de enfermedades. Actualmente no hay intervenciones médicas que mengüen los efectos secundarios que la quimioterapia tiene sobre el sistema de inmunidad o que prevengan la disfunción celular en el sistema de inmunidad que acompaña al envejecimiento. Los estudios anteriores de Longo y sus colegas habían mostrado que una restricción temporal de la nutrición podía incrementar la resistencia de las células madre a ciertos factores de estrés. El trabajo más reciente buscó comprobar si el ayuno podía proteger a las células del sistema de inmunidad. Tanto en los ratones de laboratorio como en la primera fase de la prueba clínica con humanos, los períodos de ayuno bajaron significativamente la cuenta de células blancas en la sangre. Los ayunos empleados consistieron en períodos de dos a cuatro días sin comidas, en el curso de seis meses. "Lo que empezamos a notar, tanto en los animales como en los humanos, fue que bajaba la cuenta de células blancas durante el ayuno prolongado", apuntó Longo. "Luego, cuando se vuelve a comer, las células de la sangre se recuperan". El ayuno prolongado fuerza al organismo a consumir sus reservas de glucosa, grasa y cetonas, pero también descompone una porción significativa de células blancas en la sangre, un proceso que Longo compara con quitarle a un avión el exceso de carga. El ayuno prolongado además reduce la enzima PKA que, según Longo, es el gen clave que debe apagarse para que las células madre pasen a la modalidad regenerativa".EFE

miércoles, 11 de junio de 2014

Diferentes formas de preparar verduras

Verduras asadas: Esta técnica realza su sabor, pero se pierden aproximadamente un 25% de sus vitaminas (más que con la cocción en agua). A la plancha quedan bien las hortalizas un poco carnosas (berenjena, calabacín), las setas y los champiñones. Se sazona la pieza, se unta con aceite y se coloca en la plancha. Para facilitar el paso del calor al interior del alimento, se pueden hacer unos cortes transversales. Estas mismas hortalizas también se pueden cocinar al horno. Enteras se resecan menos, aunque troceadas se acorta el tiempo de cocción. Se pueden hacer sin aceite, envolviendo el alimento en un papel que resista el calor. Ingredientes básicos: Escoger entre pimientos, tomates, berenjenas, calabacín, cebolla o puerro. Ingredientes adicionales: Patata, aceite de oliva, sal. Condimentos: Pimienta, pimentón dulce, orégano, ajo Verduras fritas: Fritas, rebozadas o empanadas, absorben parte del aceite de la fritura. Resultan más calóricas que las cocinadas con otras técnicas culinarias y también más difíciles de digerir. Verduras cocidas y en hervido (cocción en agua): Para reducir al máximo las pérdidas de vitaminas y sales minerales al cocinar las verduras conviene: Usar la menor cantidad de agua posible, añadir las verduras u hortalizas al agua cuando ya está hirviendo, dejar las verduras y hortalizas poco cocidas (al dente) y cocerlas en trozos grandes, no dejarlas en el agua de cocción después de cocinadas si no se va a consumir dicho líquido, aprovechar el agua de cocción para elaborar sopas o caldos o guisos y añadir sustancias ácidas (limón, salsa tomate, vinagre) al agua de remojo una vez limpias antes de cocerlas, ya que de este modo se contribuye a evitar una excesiva pérdida de vitaminas. Verduras al vapor: Son las técnicas culinarias que logran menores pérdidas nutritivas y conservan mejor el sabor de estos alimentos Verduras en ensalada: Esta es la forma en que mejor se aprovechan todos sus nutrientes, ya que el calor, hace que se destruya gran parte de las vitaminas que contienen. Verduras en puré: Conviene tener en cuenta que no es lo mismo pasar por el pasa-purés o el chino que triturarlas, porque en este último caso la fibra queda en el plato, aunque sea triturada. Hortalizas y verduras cocidas Si los vegetales se cocinan mucho tiempo se puede perder más del 50% de las vitaminas y minerales que concentran estos alimentos en su composición. La cocción es el tratamiento más extendido a la hora de cocinarlas. Las cocciones al vapor, en olla a presión y en el microondas son las más adecuadas desde el punto de vista nutritivo porque no se produce tanta pérdida de nutrientes en comparación con otras técnicas culinarias. Las pérdidas nutritivas que acompañan al cocinado de las hortalizas se pueden reducir si se atiende a los siguientes consejos prácticos: • Use la mínima cantidad de agua para cocer las verduras y hortalizas. • Añada los vegetales, en trozos lo más grandes posibles, al agua cuando ya esté hirviendo y tape el recipiente. • Respete los tiempos de cocinado. Se tiende a sobrepasar el punto óptimo de cocción. Conviene acostumbrarse a comer las verduras cocinadas "al dente". No conviene que los alimentos queden cortos de cocción porque resultan desagradables y más difíciles de digerir, pero tampoco hay que excederse en el tiempo. • Los ácidos orgánicos protegen las vitaminas de las hortalizas, como la vitamina C, al contrario que el bicarbonato (que aumenta el color verde pero destruye vitaminas), por lo que, siempre que la hortaliza lo permita, añada unas gotas de limón o vinagre al cocinado. • Escurra los vegetales una vez alcanzado el punto óptimo de cocinado para detener el proceso. • Aproveche el agua de cocción para elaborar sopas o caldos o guisos. No lo haga en el caso de los procedentes de vegetales ricos en nitratos y nitritos (espinacas, acelga, lechuga, hinojo, remolacha, rábano y nabo) porque estos compuestos también pasan al caldo. • Los sucesivos calentamientos de las hortalizas ya cocidas provocan pérdidas importantes de nutrientes. • Cocidas en olla convencional o en olla a presión. Una vez limpia la hortaliza, se cuece en agua hirviendo con sal. Se escurren cuando estén en su punto: bien cocida si es fibrosa, justa de cocción si es de textura homogénea. En olla a presión el tiempo de cocinado es menor. Para variar los sabores y la textura del plato, una vez cocidos los vegetales, se pueden rehogar unos minutos al fuego con aceite y otros ingredientes (ajo, cebolla, jamón, gambas...). • Hervidas. Cambia un poco la forma de elaboración respecto al cocido. Se rehoga en una olla con aceite, cebolla o puerro partidos. Se puede añadir patata a cascos y las hortalizas escogidas y se deja pochar un poco. Se cubre con agua y se cuece todo junto. Debe quedar caldoso. Algunas hortalizas se deshacen un poco al cocer en conjunto, pero sirven para trabar el caldo. Se sirven caldosas, pero no en exceso porque no es una sopa. • Al vapor. Los vegetales conservan más su propio sabor, por lo que resultan muy sabrosas y más nutritivas, siempre que se respete el tiempo de cocinado. Las sales minerales se concentran en el alimento debido a que no está en contacto con el agua o el caldo. Puede realizarse en olla rápida o convencional si se dispone de un cestillo para la cocción de verduras que levante del fondo de la cazuela. Los vegetales se colocan en el cestillo, se añade agua en el fondo, se cierra la olla y se coloca en el fuego. Estos alimentos resultan mucho más agradables al paladar, sobre todo para quienes tengan restringida la adición de sal a las comidas. Las hortalizas cocinadas de cualquiera de estas formas se presentan enteras o en forma de purés o cremas. Si se trituran, la fibra queda en el plato aunque esté triturada. Esto no ocurre si las verduras se pasan por el chino o pasapurés, ya que los hilos de fibra se desechan. Algunas sugerencias: puré de calabaza, de calabacín, de verduras variadas, crema de alcachofas, crema de champiñones con nata y champiñones fileteados, de espárragos blancos con puntas de espárragos verdes, de espinacas con nata. Volver arriba Volver al Inicio Artículos relacionados • Verde lechuga • La achicoria • Los integrantes de las ensaladas • Las verduras congeladas • La acelga • Comida congelada ¿buena o mala? (de Alimentación sana)

Pasta con alcachofas y brócoli

Ingredientes 300 gr. Pasta “spaguetti” 2 cdas. Mantequilla 1/2 pza. Cebolla 6 pzas. Corazones de alcachofa 1 tza. Brócoli 1/2 tza. Crema 1/4 tza. Queso parmesano 3 cdas. Perejil picado Sal y pimienta cantidad suficiente. Preparación Cocer la pasta en suficiente agua con sal y pimienta hasta que esté al dente. Escurrir y reservar. Picar la cebolla finamente y trocear el brócoli y la alcachofa. Saltear la cebolla y añadir el brócoli, cocinar por unos minutos. Agregar las alcachofas y condimentar con sal y pimienta. Agregar la pasta mezclar y añadir la crema. Servir con el queso parmesano y el perejil picado.

Corazones de alcachofa capeados

Ingredientes 5 pzas. Corazones de Alcachofas 200 gr. Queso manchego 1 pza. Huevo ½ tza. Harina de trigo Aceite vegetal cantidad suficiente ½ tza. Pan molido Preparación Hacer un pequeño agujero al centro (en el corazón) para colocar un poco de queso. Pasar las alcachofas por la harina de trigo cubriendo muy bien. Batir el huevo y pasar las alcachofas una por una por el huevo y después cubrir con el pan molido. Calentar el aceite, suficiente para que cubra el recipiente y freír las alcachofas por algunos minutos hasta que el pan molido tenga un color dorado uniforme. Colocar sobre una rejilla o sobre papel absorbente. Servir con tu aderezo o salsa de tomate.

Los beneficios de la Alcachofa

Una planta es aspecto exótico que viene desde África y que ha recorrido un largo camino para formar parte de la cocina en la actualidad. La alcachofa adquirió popularidad primero que nada como un elemento medicinal con la que se buscaba combatir algunos problemas biliares. Poco a poco fue siendo mayormente consumida con fines curativos en el antiguo mundo. Se difundió por países como España, Inglaterra y Francia, dejando de lado poco a poco sus cualidades curativas y concentrándose en su sabor. Pero hoy se sabe que la alcachofa es una planta que promueve la producción de bilis, importante para la digestión de las grasas, además que se conoce como un excelente diurético; ayuda contra diferentes procesos digestivos fomentando el apetito y mejorando síntomas como la acidez estomacal. La alcachofa es benéfica para las personas que padecen algún tipo de lesión leve en el hígado, además que es un famoso depurativo y desintoxicante muy empleado como suplemento para perder peso. Hay quienes hasta claman que es un potente afrodisiaco. Pero sus ventajas no terminan aquí ya que además de poseer algunas otras cualidades es un excelente complemento culinario. De bella apariencia y sabor suave y delicado, tanto que ha encantado a famosos personajes como Catalina de Médicis y Enrique II de Francia entre muchos otros. Hoy te invito a incluirla en tu día a día con recetas deliciosas que beneficiarán tu salud al mismo tiempo que disfrutas de este delicado alimento.