sábado, 22 de mayo de 2010

El Magnesio un mineral muy necesario

El magnesio es un mineral que se encuentra en una proporción pequeñísima en nuestro organismo y, sin embargo, es vital para mantenernos sanos. De hecho, interviene en numerosas reacciones metabólicas, incluida la producción de energía. También es útil en la relajación muscular, en la síntesis de proteínas o en la formación del hueso e interviene en los sistemas nervioso y endocrino además de protegernos de enfermedades cardiovasculares, cálculos renales, estrés o dolores premenstruales, entre otras propiedades.
El magnesio es el octavo elemento más abundante en la Tierra, el segundo -tras el sodio- en el mar y el quinto más abundante del organismo humano. De hecho, su presencia en el cuerpo de un adulto supone entre un 0,05 y un 0,1% de su masa corporal y se cifra entre 21 y 28 gramos. De ellos, el 65% se localiza en el esqueleto, el 25% en los músculos y el resto en los tejidos blandos -principalmente, corazón, cerebro, hígado y riñones- y en los líquidos orgánicos. Es tal su importancia que se le considera absolutamente imprescindible para un correcto funcionamiento del organismo y, de forma muy especial, del corazón, las arterias, el aparato musculoesquelético y los sistemas nervioso, endocrino y digestivo.
Muchos expertos le denominan además el mineral antiestrés ya que ha demostrado ser un tranquilizante natural que relaja los músculos esqueléticos y actúa positivamente sobre la transmisión nerviosa. Se asegura que previene la ansiedad, las fobias, los tics y el insomnio por lo que está recomendado en tratamientos contra la depresión y el estrés.
Otros le consideran asimismo cardioprotector porque además de influir sobre la musculatura -y por tanto sobre el corazón- previene los espasmos de las arterias coronarias -causa importante de ataques cardíacos-, mantiene las tasas de colesterol en niveles normales y regula el ritmo cardiaco y la presión arterial. También existen evidencias de que disminuye el riesgo de arterioesclerosis, infarto y angina de pecho así como síntomas del prolapso de válvula mitral como las palpitaciones y las arritmias.
Mención aparte merece su papel como estabilizador o catalizador de numerosos procesos metabólicos. Y es que el magnesio funciona como cofactor en más de 300 reacciones enzimáticas de nuestro cuerpo, en particular en aquellas destinadas a la producción de energía. Por ejemplo, interviene en todas las reacciones que se producen para la formación de la principal molécula de energía del cuerpo humano, la adenosin-trifosfato o ATP, y modula los potenciales eléctricos de las membranas celulares lo que permite que los nutrientes transiten adecuadamente a través de ellas.

Y no sólo eso. Participa además en la duplicación del ADN y en la transmisión de los impulsos nerviosos, regula los niveles de azúcar en sangre, interviene en la relajación y contracción de los músculos previniendo calambres, contracturas, vértigo, mareos o fatiga, favorece la absorción y metabolismo de otros minerales y ayuda a regular la temperatura corporal además de mantener sanos huesos, articulaciones, cartílagos y dientes.

ALIADO FEMENINO

Y son las mujeres, según las evidencias científicas recogidas hasta la fecha, las más beneficiadas por el magnesio. No sólo previene y calma los molestos síntomas que acompañan al síndrome premenstrual sino que es un aliado en situaciones tan dispares como el embarazo y la menopausia. Está demostrado que disminuye los niveles de las sustancias involucradas en el dolor e inflamación menstrual y previene la migraña que a veces suele aparecer durante ese proceso natural así como la retención de líquidos en las extremidades, las molestias mamarias y la hinchazón abdominal.
En cuanto al embarazo, varios estudios sugieren que los suplementos de magnesio ayudan a prevenir los clásicos calambres musculares de las piernas. También se utiliza para disminuir la presión arterial y las convulsiones uterinas de embarazadas con preeclampsia -en este caso se usa concretamente el sulfato de magnesio-, condición que se caracteriza por retención de líquidos e hipertensión. Y se trata de un tema importante porque si estos problemas no se controlan de forma efectiva pueden agravarse y conducir a convulsiones (eclampsia), al parto prematuro o, en el peor de los casos, a la muerte fetal.

SIMPLEMENTE, IMPRESCINDIBLE

En suma, se trata de un mineral muy importante y, sin embargo, los expertos calculan que entre el 15 y el 20% de la población tiene carencia crónica de magnesio. Algo que se debe a que no ingerimos la cantidad diaria recomendada y a que la absorción real -que se produce en el yeyuno, zona intermedia del intestino delgado- se limita al 40-50% de la cantidad que ingerimos ya que varios factores condicionan su absorción (vea el recuadro adjunto). Eso es lo que hace que la deficiencia de magnesio -o hipomagnesia- sea relativamente común aunque se diagnostique pocas veces y, consecuentemente, se trate aún menos.
Al parecer la carencia de magnesio afecta principalmente a las personas que sólo consumen alimentos procesados, es decir, a quienes no ingieren habitualmente frutas, hortalizas u otros alimentos crudos o que, en general, mantienen una alimentación pobre. También es frecuente en alcohólicos y en personas con cirrosis hepática, diarreas prolongadas, mala absorción intestinal y enfermedades renales o bien están a tratamiento diurético o han sufrido una intervención quirúrgica.
Los síntomas que suele provocar la deficiencia de magnesio son muy variados: alteraciones gastrointestinales, espasmos en vísceras huecas como la laringe o los bronquios, trastornos menstruales, debilidad muscular (acompañada de calambres, espasmos, tirones, temblores, entorpecimiento y hormigueo), fatiga, hipertensión, somnolencia, convulsiones, tics, irritabilidad, depresión, astenia, pérdida de apetito, náuseas, deterioro de la capacidad intelectual (confusión, desorientación, alteraciones de la conducta, etc.), estreñimiento y mayor probabilidad de formar perniciosos depósitos de calcio en riñones, vasos sanguíneos y corazón. También aumenta el riesgo de padecer accidentes cardiovasculares.

FUENTES NATURALES DE MAGNESIO

El magnesio se encuentra en casi todos los alimentos pero en muy diferentes proporciones. Los más ricos en él son el cacao, los cereales integrales (en el grano entero, no en el molido o refinado), las semillas integrales, las hortalizas y verduras crudas de hoja verde, las legumbres (soja, guisantes, habas, alubias, garbanzos, lentejas, etc.), los frutos secos (nueces, cacahuetes, pistachos, avellanas, pipas de girasol y almendras), el germen de trigo y la levadura de cerveza. Otros alimentos que también lo contienen aunque en menor medida son las carnes, los pescados, la leche y frutas como los plátanos, los aguacates, los limones, los pomelos, las manzanas, los higos y las ciruelas. El agua es otro alimento que puede contener hasta 120 miligramos por litro de magnesio.

CÓMO TOMARLO EN SUPLEMENTOS

En cuanto a las dosis adecuadas hay que decir que varían en función de la edad y la situación de cada persona. Lo común es que a los niños de entre 1 y 10 años se les prescriban 250 miligramos diarios y a los varones adultos 350; en el caso de las mujeres, a los 330 miligramos diarios recomendados habrá que sumar otros 120 en los periodos de gestación y lactancia. Para potenciar el efecto del magnesio se recomienda tomarlo 30 minutos antes de las comidas o, incluso, en ayunas. De esa manera no interferirá en la absorción y metabolismo de otros minerales. Si además se acompaña con un poco de vitamina C o B6 (piridoxina) se facilitará su absorción y el acceso al interior de la célula.
Resta decir que la toxicidad de este metal alcalino es prácticamente desconocida siempre que se respeten las dosis sugeridas. Eso sí, aunque no provoque ningún efecto adverso grave -sólo una ligera diarrea en casos raros- su uso debe ser controlado siempre por un profesional de la salud, especialmente si se padece diabetes o alguna enfermedad renal o cardiaca

La Manzana y sus bondades



La manzana, suave y ligera, es una gran fruta preventiva. Además de actuar como un bálsamo digestivo, depura y ayuda a regular el colesterol.
La manzana aporta principalmente hidratos de carbono en forma de azúcares (12,5%), en su mayor parte fructosa y, en menor proporción, glucosa y sacarosa. Contiene muy pocas proteínas y grasas. Entre sus vitaminas destaca la C: una manzana puede cubrir el 30% de las necesidades diarias. También aporta algo de vitamina E (0,32 mg/100 g), potasio (140 mg) y fósforo (10 mg), aunque todo ello en pequeña proporción.
A la vista de tan poco llamativa composición nutricional, resulta difícil imaginar las extraordinarias propiedades que hacen de la manzana un auténtico alimento medicina, pero es que esta fruta incorpora sustancias fitoquímicas que no aportan energía pero que son muy beneficiosas:
Pectina. Un hidrato de carbono que no se absorbe en el intestino y que forma la mayor parte de lo que llamamos fibra soluble. Retiene agua y forma geles que actúan como una emulsión que absorbe desechos en el intestino y facilita la eliminación de toxinas con las heces.
Ácidos orgánicos. Representan entre el 1% y el 1,5% del peso de la manzana. Al igual que los cítricos, estos ácidos producen al metabolizarse un efecto alcalinizante (antiácido) en la sangre y los tejidos. Además, renuevan la flora intestinal, evitan las fermentaciones y actúan como dentífrico natural.
Taninos. La manzana es, después del membrillo, una de las frutas con un mayor contenido en taninos, que son astringentes y antiinflamatorios.
Flavonoides. Presentes en muchas frutas y hortalizas, impiden la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (sustancias que transportan el colesterol en la sangre). Esto evita que el colesterol se deposite en las paredes.
Boro. Este mineral interviene en numerosas funciones del organismo. Una de ellas es la de facilitar la asimilación del calcio y el magnesio, por lo que contribuye a prevenir la osteoporosis. La manzana es una de las frutas más ricas en boro.
A todas estas sustancias se deben las muchas propiedades de esta sencilla pero prodigiosa fruta: antidiarreica, laxante, diurética, depurativa, hipolipemiante, colerética, tonificante del sistema nervioso, alcalinizante, antioxidante. Por ello, su consumo diario conviene tanto a personas sanas como enfermas.
Poder preventivo
Comer dos o tres manzanas diarias durante varios meses resulta muy eficaz para regular el nivel de colesterol. Por un lado, la pectina absorbe las sales biliares en el intestino, una de las materias primas a partir de las cuales el organismo fabrica colesterol. Por otro, los flavonoides inhiben la agregación plaquetaria, con lo que se reduce el riesgo de infarto de miocardio. La manzana disminuye asimismo la tendencia a la formación de cálculos biliares.
Para los diabéticos la manzana es ideal por dos razones: una buena parte de su azúcar está en forma de fructosa, que no precisa de insulina para entrar en las células y, en segundo lugar, la pectina ayuda a regular la liberación de azúcares, lo que permite que su paso a la sangre sea lento y progresivo.
Estrella en la cocina
La manzana forma parte de numerosas tradiciones gastronómicas. En Europa la encontramos en la ensalada Waldorf, las tatins francesas, en los äpfelstrudel de Austria y Alemania, los hojaldres, las salsas para el asado y los crumbles ingleses, los buñuelos de manzana, las manzanas horneadas o las rellenas de carne del recetario catalán. En América pasteles, purés y rellenos tienen con frecuencia a la manzana como protagonista. En Asia se emplea en fritos, chutneys, ensaladas, macedonias y arroces tipo pilaf, en los que se utiliza arroz integral que, para que quede blando y suelto, se remoja y saltea previamente en la sartén.

Paté de verduras para pan



Preparación

En un poco de aceite (y-o mantequilla) caliente cocinar la cebolla hasta caramelizar, retirar y enfriar.
En la procesadora colocar los huevos cocidos(duros), porotos verdes, nueces, salsa soya, mayonesa y aceite.
Procesar a golpes hasta que estén los ingredientes molidos sin hacerlos puré.
Agregar la cebolla caramelizada, ciboulette y tomillo. Mezclar bien y sazonar con la sal y pimienta.
Servir sobre pan tostado a temperatura ambiente.
Ingredientes
125 gramos de porotos verdes cocidos a punto
1 cebolla morada
4 huevos duros
3/4 taza de nueces
2 cucharadas de salsa de soya
2 cucharadas de mayonesa
1 cucharada de aceite de oliva
3 cucharadas de ciboulette picado
1 cucharadita de tomillo
sal y pimienta

Torta con hojas de espinaca crudas



Preparación
Relleno. Procesar la ricotta junto con las claras, los huevos y el queso rallado.
Retirar y agregar a la espinaca previamente cortada en juliana. Incorporar el aceite de oliva y condimentos a gusto.
Al principio parece que la espinaca fuese demasiado y que no se va a integrar al resto de los ingredientes pero luego verán el resultado.
Dejar el relleno en un bol mientras se estira la masa.
Estirado de la masa. Dos torteras de 24 centímetros de diámetro. Como dijimos anteriormente con estas medidas salen dos tartas.
Dividir la masa en dos partes iguales. A su vez dividir cada masa en dos partes ( una de mayor tamaño que la otra ).
Estirarla con el palote y con ayuda de un poco de harina lo más fina posible.
Forrar el molde elegido y cubrirlo con la mitad del relleno. Estirar el resto de masa y cubrir toda la superficie con la misma. Luego apoyar las manos sobre la masa y ajustar bien para que el relleno se acomode y aplane un poco.
Con una tijera realizarle algunas perforaciones para que el vapor salga fácilmente.
Proceder de la misma forma con la masa y el relleno restante.
Llevar a un horno moderado durante 40 minutos aproximadamente o hasta que notemos la masa cocida y dorada.
Es conveniente cocinarla lentamente sin arrebatarla.
Otra ventaja. Una vez cocidas se pueden congelar enteras o e porciones durante 3 meses.
Ingredientes
Cantidad: 2 tortas
Masa
3 tazas de harina ( 360 gramos )
1 cucharada de polvo de hornear o leudante
3 cucharadas de queso rallado
Sal apenas ya que el queso ya la contiene
50 gramos de cualquier elemento graso ( manteca vegetal etc...)
1 taza de leche caliente (250cc.)
Relleno
2 atados de espinaca
2 claras
3 huevos
200 gramos de ricota o ricotta ( requesón )
150 gramos de queso rallado
3 cucharadas de aceite de oliva ( puede ser otro aceite )
sal, pimienta, nuez moscada a gusto

jueves, 13 de mayo de 2010

Leche de Vaca : PELIGRO!!!



La base, mayoritariamente, de la alimentación actual de la población occidental está basada en el consumo de lácteos, del cual derivan muchos productos alimenticios, potenciando su peligrosidad con el añadido de azúcares, cacaos, espesantes, conservantes, medicamentos que se aporta al ganado en vida y otros elementos.

La idea general, es que estos productos son básicos y fundamentales para la nutrición humana; eso es cierto cuando pensamos en la nutrición basada en el aspecto de hambre o llenado de estómagos, pero en cuanto a los nutrientes que el hombre necesita diariamente ya es totalmente diferente, puesto que sí que es un producto que contiene mucho calcio, pero los humanos no lo aprovechamos por ser un calcio desequilibrado por las hormonas de crecimiento y asimilación que son propios del animal que dona su leche - la vaca - y por lo tanto, el hombre no lo aprovecha.

Además, por el uso abusivo de este producto, el organismo humano acumula mucho ácido láctico que hace que nuestro Ph de la sangre se acidifique y que para que no sea peligroso para el organismo, éste lo tiene que neutralizar sacrificando sales cálcicas presentes en nuestros huesos.

Por otro lado, la leche de vaca, aporta un exceso de fósforo que también acidifica nuestro organismo y, que también hace que nuestras sales minerales se vean mermadas por este consumo.

Otro defecto de la leche de vaca es la poca cantidad de hierro que posee. El hombre necesita diariamente una cantidad mayor de este elemento. Cuando la leche entra al interior de nuestro organismo, para ser metabolizado, hace que nuestras sales de reserva de hierro se vean también sacrificadas.

Tanto el hierro como el calcio han de estar en un perfecto equilibrio entre sí en nuestro organismo, por la tanto, la leche de vaca consigue que haya un fuerte desequilibrio entre estos dos elementos, base fundamental y con tiempo por el medio, para confeccionar nuestras patologías cancerígenas. (Muchos cánceres tienen su origen en este desequilibrio).

En todo tipo de leche hay una sustancia que se llama caseína. En la leche de vaca hay trescientas veces más caseína que la leche humana, para que puedan formarse (en el ternero) huesos mucho más grandes. Esta sustancia, tan exagerada para el humano, forma en nuestro interior gran cantidad de mucus, flema, psora. Esta sustancia mucosa ahogará nuestras vísceras. Nuestro organismo luchará denodádamente para librarse de ella y al tratar de salir por nuestras fosas nasales o por otras vías será mal interpretado por el galeno de turno que aplicará los antibióticos y corticoides correspondientes con el consabido doble perjuicio para nuestra salud: el del moco, que no le dejan salir, y mas el efecto secundario del medicamento. Dicha caseína será la responsable de todo tipo de catarros, alergias diversas, otitis, trastornos de la tiroides, y sobre todo obesidad.

La leche de vaca produce obesidad, aunque ésta sea semidesnatada, desnatada o descremada.

Otro razonamiento, quizás más simplista, es que somos los únicos seres de la tierra que tomamos leche después de ser destetados. Además tomamos leche de otro animal, cosa que ningún otro ser viviente hace, aunque sea lactante, puesto que es peligroso alimentarse con leche que no sea de su propia especie. A partir de que los dientes afloran, el sistema digestivo va perdiendo la capacidad de digestión de este alimento, ya sea propio o el de otro animal. Pongamos como ejemplo que si se pudiera tomar, a lo largo de nuestra vida, leche de mujer, ésta también sería peligrosa para la salud puesto que nuestra capacidad de digestión de este alimento se pierde a medida que nos salen los dientes.

El ternero tiene cuatro estómagos, como todos los rumiantes, y para poder digerir la leche de su madre necesita utilizar estos cuatro estómagos. El ser humano solo tiene un solo estómago.

La vaca tiene un sistema inmunitario totálmente diferente al del hombre, la expectativas de vida de una vaca oscila sobre los quince años y sin embargo, el hombre tiene una expectativa de setenta y cinco.

Una vaca tarda en crecer dos años. La leche de vaca aporta al ternero unas hormonas de crecimiento y de asimilación del calcio totalmente diferentes a las del hombre que tarda en crecer veintiún años.

La cría de la vaca madura sexualmente a los dos años. La leche de vaca aporta a este animal una hormonas especializadas para este cometido y que no son propias para el hombre que alcanza su madurez sexual sobre los catorce años de vida.

La leche de vaca aporta unas grasas y unas proteínas propias de su especie. Hay que observar que los vacunos viven sin abrigo y sin calcetines, es decir, se protegen de la intemperie con sus grasas. Las proteínas de los lácteos vacunos, gracias a sus hormonas de crecimiento, hacen que los terneros tengan un crecimiento muy rápido. Se ha observado que estos elementos pueden ser la causa de muchos de nuestros tumores y fibromas. Obsérvese la cantidad de fibromas, tumores y cánceres de mama que tanto proliferan actualmente, sobre todo en la mujer.

El descremado y desnatado no mejora mucho este concepto, al contrario, lo agrava más; puesto que estos lácteos aportan los productos químicos que se añaden para el proceso de desengrasado.

Está de moda prescribir a las personas mayores, por parte de los profesionales de la medicina oficial y muchos naturópatas, la toma de abundantes lácteos, además de los que ya toman habitualmente, para combatir la osteoporosis y la artrosis, con lo que agravan, y a muy corto plazo, su enfermedad ; notando gran mejoría de su problema, en cuanto dejan de tomarlos.

Somos una sociedad consumidora de abundantes lácteos, que supuéstamente previenen la osteoporosis y las descalcificaciones, sin embargo estas enfermedades ocupan el 48 % de las plazas hospitalarias. Un alto porcentaje de la población de mas de 50 años toman, por consejo facultativo, abundantes lácteos y sin embargo sus dolencias cada vez se agravan más.

La toma indiscriminada de leche de vaca provoca, en el ser humano, muy diversas enfermedades tales como catarros, bronquitis, conjuntivitis, sinusitis, alergia asmática, alergia de primavera, prurito de piel, ezcema, psoriasis, fibromas, anemia, fibromialgia, artritis, artrosis, colesterol, estreñimiento, descalcificación, obesidad, inflamación constante, cáncer de colon, etc.

¿Se imaginan si anunciasen publicitáriamente que el tabaco , el alcohol o el café fuesen productos beneficiosos para la salud?. Entonces,¿ por qué se permite anunciar los productos lácteos como productos beneficiosos para la salud, cuando ya está más que demostrado que son perjudiciales para ella ?

Muchos medicamentos advierten en sus etiquetas el contenido de lactosa y el posible peligro para algunas personas sensibles a ella y sin embargo en los embases lácteos no advierten en ningún caso su contenido en lactosa.

miércoles, 12 de mayo de 2010

10 razones para ser vegetariano



10 razones para ser vegetariano
1.- En los años 70, se llevaron a cabo numerosas investigaciones que demostraron que las dietas de bajo contenido graso, previenen las enfermedades cardiacas. La dieta vegetariana posee estas características, pudiendo además, revertir dichas males.
2.- Las grasas vegetales polisaturadas tienden a disminuir la presión arterial, mientras que las grasas animales la eleva.
3.- Es una buena medida para prevenir el cáncer por la cantidad de fibras presentes en la alimentación vegetariana; al facilitar la expulsión de los residuos alimenticios, se eliminan las toxinas, previniendo así el cáncer del colon. También hay muchos vegetales como el brócoli, repollitos de bruselas, la coliflor, el ajo y otros, que contienen alimentos anticancerígenos.
4.- La pasta sin carne contiene gran cantidad de carbohidratos y es el alimento preferido de los corredores porque produce una energía lenta y sostenida sin exceso de grasa o de calorias.
5.- Mientras más frutas, vegetales y cereales coma, mayor cantidad de nutrientes tendrá su organismo. Una dieta vegetariana variada y debidamente equilibrada, aporta los niveles necesarios en nutrientes que su organismo necesita.
6.- La dieta basada principalmente en cereales, vegetales y frutas, ayuda a controlar la diabetes. Los asiáticos y polinesios llevan una dieta similar y los casos de diábetes entre esta población son raros; pero cuando adoptan el modo de alimentación Occidental, los casos de diabetes se vuelven mas numerosos con las complicaciones frecuentes, como la arteriosclerosis.
7.- Los platos basados en vegetales son mas económicos, en cuanto a los costos de la frutas, piense que se está ahorrando las cuentas médicas.
8.- Las pastas y cereales son buena fuente de energía, recomendada sobre todo por los atletas y los fisioculturistas, para construir músculos y aumentar la resistencia. Contra lo que generalmente se cree, la dieta vegetariana no es pobre en proteínas.
9.- Aumentará sus conocimientos en nutrción al tomar interés en cambiar sus hábitos alimentarios y recurrir a la literatura existente sobre vegetarianismo.
10.- Es una alimentación completa Porque todos los nutrientes que el organismo necesita se encuentran en el reino vegetal; las vitaminas, los aminoácidos y los minerales están presentes en los vegetales.
La sola alimentación no es suficiente...
Tan importante como una adecuada alimentación, es el equilibrio emocional que debemos mantener para permanecer saludable. Algo difícil de lograr en esta época convulsionada, pero es necesario recurrir a los recursos que tengamos a mano para conseguirlo. Debemos empezar por revisar nuestra actitud frente a la vida y evitar el hábito de la prisa, propio de las grandes ciudades, que solo consiguen alterarnos los nervios, producirnos ansiedad, angustia y estress, desmejorando nuestra calidad de vida con repercusiones negativas para nucstro organismo.

Receta con cuscús

Ingredientes para hacer Cuscus (para 2 personas):

* 1 vaso de tubo (de los largos) con cuscus
* 1 vaso y un cuarto (también de los largos) con agua
* 1 zanahoria grande
* 150 gramos de champiñones
* 75 gramos de pasas
* 50 gramos de almendras
* 25 gramos de piñones
* 50 gramos de mantequilla (mejor sin sal)
* 1 diente de ajo
* 1 cuchara de postre con curry
* 1 cuchara de aceite de oliva

Receta para hacer Cuscus (para dos personas):

1. Llenamos hasta arriba un vaso de tubo (de los alargados) con el cuscus y luego volcamos el cuscus en una fuente, extendiéndolo por la base.
2. Ahora llenamos el vaso con agua y la echamos en un cazo, volvemos a llenar con agua el vaso, pero ahora solo un cuarto, y lo echamos al mismo cazo. De esta forma tendremos un vaso y cuarto de agua en el cazo. Pon el agua a calentar.
3. Coge otro cazo de agua y cuece una zanahoria pelada. Con 20 minutos de cocción tendrás suficiente, así quedará algo entera y no demasiado blanda.
4. En un vaso con agua a temperatura ambiente (que no esté fría) mete las pasas para que se rehidraten. Con 10-15 minutos será más que suficiente.
5. Mientras el agua para el cuscus hierve pela el ajo y pícalo fino.
6. Prepara los champiñones, si son de lata los escurres y listo y si son frescos los limpias bien y los cortas en tiras o cuartos.
7. Pon en una sartén a calentar una cucharada de aceite. Después añade el ajo picado y cuando empiece a tomar color añade los champiñones. En este punto puedes, si quieres, desmenuzar sobre los champiñones un cuarto de una pastilla de caldo concentrado de ave. Remueve todo bien y saltea durante 5 minutos si los champiñones son de lata o 15 minutos si son frescos.
8. Cuando el agua del cuscus esté hirviendo échale una cucharadita de curry. Menea bien y echa el agua sobre el cuscus que está en la fuente. Procura que el agua impregne todo el cuscus. Déjalo reposar durante 5 minutos, se hinchará y tomará un bonito color dorado.
9. Pasados los cinco minutos añade al cuscus la mantequilla en pequeñas porciones y mezcla bien todo para que se funda la mantequilla e impregne bien el cuscus.
10. En una sartén (sin aceite ni nada) coloca las almendras y los piñones y tuestalas ligeramente (2 o 3 minutos según el fuego).
11. Pica la mitad de las almendras en tiritas y añádelas al cuscus. Reserva la otra mitad para decorar por encima. Añade también los piñones y las pasas (bien escurridas).
12. Corta la zanahoria a taquitos y échalas en el cuscus junto con los champiñones.
13. Mezcla bien y a comer. Recuerda decorar el cuscus con las almendras que reservaste

EL CUSCÚS



El cuscús, llamado antiguamente alcuzcuz (del árabe kuskūs, con adición del artículo al- en el segundo caso), es un plato tradicional de Marruecos y Argelia hecho a base de sémola de trigo. El nombre árabe —كسكس kuskus, كوسكوس kūskūs, كسكوس kuskūs o كسكوسو kuskūsū, también llamado en algunas zonas:"al-ta'am"الطعام, que en arabe significa "la comida", ya que se le podria considerar como el plato principal en muchos de los pueblos del norte de africa, y en algunas familias lo cocinan diariamente, y entre otras variantes— procede del tamazight seksū, denominación también usada en árabe. El cuscús es un alimento que consiste en granos de sémola de trigo de tamaño medio de un milímetro de diámetro (tras el cocinado).

El cuscús se trata tradicionalmente de la parte dura del trigo molida de tal forma que no se ha llegado a convertir en harina, este proceso de molienda se puede hacer con otras especies cereales tales como: cebada, mijo, polenta, arroz o de los granos de maíz.
En Estados Unidos el cuscús es conocido popularmente como una variedad de la pasta así elaborando deliciosos platillos.
La sémola de trigo en una cuscusera especial que, como las vaporieras, tiene un colador por encima de la cazuela. En la parte de abajo se prepara un estofado de carne con verduras, de la que el cuscús es guarnición. Al final, tras varias horas de vaporizarlo, removiendo y rectificando lo necesario, se consigue una pasta suelta, vaporosa y desbordante de aroma.
Dependiendo del país el cuscús se prepara de una forma u otra. Pero normalmente se hace para acompañar platos de cordero, pollo (típico de Marruecos) y verduras.

sábado, 1 de mayo de 2010

Almendras e inmunidad



NUEVA YORK (Reuters Health) - Experimentos realizados en laboratorio indican que las almendras tienen el potencial de mejorar la salud inmunológica y reducir la inflamación, según una investigación presentada en un encuentro anual de la Sociedad Estadounidense de Microbiología, en Filadelfia.
La presentadora del estudio, doctora Giuseppina Mandalari, dijo a Reuters Health que las almendras tendrían un "impacto útil sobre el tratamiento de las enfermedades crónicas".
La investigadora señaló que la cáscara de almendras puede modular una respuesta inmune "y actuar de manera positiva como novedoso agente antiviral".
El equipo de Mandalari, del Instituto de Investigación Alimenticia en Norwich, Gran Bretaña, evaluó los efectos de la cáscara de almendras naturales y blanqueadas sobre la emisión de compuestos inmunológicos en células infectadas o no con el virus del herpes genital HSV-2.
La adición de cáscaras de almendras naturales a las células generó una "importante reducción de la multiplicación del HSV-2, mientras que otros extractos no influyeron significativamente en la multiplicación del virus", indicó el material presentado por los autores durante la reunión.
El estudio fue financiado por Almond Board of California.

Masa básica de panqueques sin huevo



Preparación

Verter en el vaso de la licuadora, 1 taza de agua y el aceite.
Incorporar la mitad de los ingredientes secos en la licuadora.
Harina, polvo de hornear, sal, azúcar, almidón de maíz, leche en polvo, puré de zapallo, perejil, ciboulette, orégano, tomillo.
Mezclar con una espátula y licuar.
Agregarle la taza restante de agua mineral (soda), y el resto de los ingredientes
secos.
Licuar nuevamente hasta que se forme una crema de la consistencia de un yogur.
De ser necesario (porque la preparación quedase muy espesa) se le puede incorporar un poco más de agua, o de lo contrario un poco más de harina.
Retirar el vaso de la licuadora y llevarlo a la heladera durante un rato (1 o 2 horas) para que la masa descanse y se asiente.
Una vez transcurrido ese tiempo cocinarlos.
Emplear preferentemente una sartén antiadherente.
Pincelar apenas con aceite y llevar al fuego hasta que esté caliente.
Con un cucharón agregarle la masa e ir distribuyéndola por todo el fondo.
Una vez cubierto el fondo, el excedente de masa se vuelve a colocar en el vaso.
De esta forma quedan finos.
Cocinarlos hasta que los bordes se empiecen a despegarse y con la ayuda de una espátula se dan vuelta y se terminan de cocinar.
Cada vez que se cocina un panqueque se pincela apenas con aceite.
Retirar e ir acomodándolos sobre un plato llano cubriéndolos siempre con nailon y un paño para que mantengan la humedad y no se sequen.
Una vez cocidos se rellenan con preparaciones tanto dulces como saladas.
Ingredientes
Cantidad: 20 aprox.
½ taza de harina (60gramos)
1 cucharadita de polvo de hornear (polvo químico, leudante)
1 cucharadita de sal
2 cucharaditas de azúcar
8 cucharadas de almidón de maíz (fécula, chuño)
3 cucharadas de leche en polvo
1 taza de puré de zapallo
2 tazas de agua mineral (soda)(500cc.)
1 cucharada de perejil picado y ciboulette
Orégano, tomillo a gusto
¼ taza de aceite

Puré al horno con hongos:



Ingredientes:
1 K de papas hervidas y calientes,
125 cc. De leche,
1 huevo,
75 g. De harina integral, sal pimienta, nuez moscada (a gusto),
200 g. De muzzarella rallada, aceite y
150 g. De hongos.
Preparación: hacer un puré con las papas, la leche, sal, pimienta, nuez moscada, 2 o 3 cucharadas de aceite y el huevo. Mezclar bien todo y agregar la harina formando una masa blanda. Aceitar una tortera o fuente de horno y colocar la preparación, formando una basa plana. Mezclar los hongos picados con la muzzarella y esparcirlo en la superficie. Al horno por 1/2 hora y a comer.

Espirales de Canela:



Ingredientes:
500 g. De harina,
100 g. De azúcar,
1 huevo,
200 cc. De agua,
30 g. De levadura,
50 g de manteca,
10 g. De canela,
1 pizca de sal,
pasas de uva.
Preparación: Amasar todos los ingredientes hasta lograr una masa suave, dejar leudar al doble de su volumen inicial. Estirar la masa con palote en forma de rectángulo, poner las pasas de uva, el azúcar y la canela dejando un borde para cerrar en forma de cilindro. Cortar los espirales y estibarlos en asadera enmantecada, dejarlos leudar y cocinar en horno fuerte 12 minutos. Sacarlos del horno y pintar con almíbar.